miércoles, 16 de abril de 2008

Un seguidor no podrá ser nunca un buscador,

porque seguir a alguien significa que otra vez estás anhelando seguridad: quieres estar seguro de conseguirlo, así que sigues el camino de cualquier otro que ya lo haya conseguido.
Pero el que ha sido el camino para cualquier otro puede que no sea el camino para ti.
De hecho no puede serlo, porque los individuos son únicos, cada una tiene que crear su propio camino. No es que el camino ya este hecho y uno tenga que seguirlo para llegar a alguna parte; es tu propia vida la que crea un camino para ti por el que tú caminas. Tú creas el camino y lo recorres, y cuanto más lo creas, más avanzas. El camino creado por una persona no puede ser recorrido por ninguna otra porque el camino del buscador es un camino interior. No hay flechas ni hitos que te indiquen, no hay ninguna señal exterior en absoluto. Jesús siguió cierto camino, pero ese camino era un camino interior que sólo existía para él. Nadie más puede recorrerlo. Ninguna persona puede ocupar el lugar de otra persona. Tú no puedes morir en mi lugar. Tú puedes morir por mí (eso es otra cosa) pero no me puedes remplazar en mi muerte, elegida por ti; no será mi muerte. De la misma forma, no puedes amar en mi lugar. No puede haber sustitutos. Así que cada uno tiene su propio camino. Cada uno tiene que creárselo él mismo. Cada uno tiene que buscar en absoluta soledad, en una total oscuridad. Pero esa misma búsqueda se convierte en una luz en la oscuridad porque la propia conciencia de estar solo destruye la soledad y crea su propio coraje. Cuando eres completamente consciente que estás solo, no hay miedo. El miedo llega con el anhelo,con el sueño, con la idea de que alguien pueda acompañarte. Pero si eres absolutamente consciente del hecho de que estás solo, no hay miedo. Y ese es el caso, te das cuenta de que no hay forma de escaparse.
Esa soledad es el camino, esa soledad es meditación.
Todavía puede que preguntes qué hacer con esta soledad. No hay que hacer nada porque los actos no son más que una huida de ella, cada acto es una ocupación para olvidar la soledad.
Osho

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