miércoles, 30 de abril de 2008

La separación del cuerpo y la conciencia es la muerte.

Como existe esa separación, no tiene sentido llamarla muerte... es como soltar, romper una conexión.
No es nada más que cambiarse de ropa.



Así pues, alguien que muere con conocimiento nunca muere, y por ello la cuestión de la muerte nunca surge para él. Nunca llamaría muerte a una ilusión. Ni siquiera sabría decir quién muere y quién no. Sólo diría que lo que llamamos vida hasta ayer era meramente una asociación. Esta asociación se ha roto. Ahora ha empezado una nueva vida que, en el sentido anterior, no es una asociación. Tal vez sea una nueva conexión, un nuevo viaje. Pero sólo puede morirse en un estado de conciencia cuando se ha vivido con conciencia. Si has aprendido a vivir conscientemente, podrás morir de la misma manera, porque el morir no es sino un fenómeno de la vida; tiene lugar en la vida. En otras palabras, la muerte es el suceso final de lo que entiendes que es la vida. No es nada que suceda fuera de la vida.
Es como un árbol que da fruto.



Primero el fruto es verde, luego empieza a volverse amarillo. Cada vez es más amarillo hasta que finalmente es totalmente amarillo y cae del árbol. Esa caída del árbol no es un suceso aparte del proceso de maduración del fruto, sino que es la consumación final de la maduración.
La caída del fruto del árbol no es un suceso externo, sino más bien la culminación del proceso de amarilleamiento, de maduración, por el que ha pasado.

¿Qué sucedía cuando el fruto era verde?

Se estaba preparando para enfrentar el mismo suceso final. Y ese mismo proceso continuaba cuando todavía ni siquiera había florecido en la rama, cuando seguía oculto en el interior de la rama. También en ese estado se preparaba para el suceso final. ¿Y cuando el árbol ni siquiera se había manifestado, cuando continuaba en el interior de la semilla? También entonces se estaba preparando el mismo suceso. ¿Y cuando la semilla ni siquiera había nacido y se hallaba oculta en algún otro árbol? También entonces se llevaba a cabo el mismo proceso.
Así pues, el suceso de la muerte forma parte de la cadena de acontecimientos que pertenecen a un mismo fenómeno. El suceso final no es el fin, es sólo una separación. Una relación, un orden, es reemplazado por otra relación, por otro orden.
Osho - "El Libro de la Vida y la Muerte"

No hay comentarios: