domingo, 13 de abril de 2008

Oír es algo maquinal; como tienes orejas, oyes.

Si te estás que­dando sordo, un aparato mecánico puede ayudarte a oír mejor. Las orejas no son más que un determinado mecanismo para captar sonidos. El oído es muy simple; los animales oyen, como oye todo aquel que tenga orejas. Pero escuchar corresponde a un ni­vel mucho más elevado.
Escuchar significa que cuando oyes, sólo oyes y no estás ha­ciendo otra cosa, que no hay otros pensamientos en tu mente ni nubes cruzando por tu cielo interior, de modo que todo lo que se dice llega hasta ti tal como se ha dicho. No ha sido interferido por tu mente ni interpretado por tu ego, tus prejuicios, ni oscureci­do por nada de lo que, en ese momento, pasa en tu interior, pues todo eso son distorsiones.
Normalmente no es difícil; te las arreglas con sólo oír, pues las cosas que oyes son objetos comunes. Si digo algo sobre la casa, la puerta, el árbol o el pájaro, no hay ningún problema. Se trata de objetos comunes; no hay necesidad de escuchar. Pero sí la hay cuando se habla de algo como la meditación, que no es en absolu­to un objeto, sino un estado subjetivo. Sólo podemos indicarlo; si estás muy alerta y atento, es posible que captes algún significado.
Osho- El ABC de la Iluminación

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