Toda mi familia tenía una orientación política, todos eran luchadores por la libertad de la India cuando todavía se encontraba bajo la dominación británica. Estuvieron en prisión, sufrieron y, naturalmente, cuando el país alcanzó la libertad, se vieron envueltos en la política.
Mis tíos me decían:
«Eres una persona educada, ¿por qué no utilizas el poder de tu voto? Tienes la facultad de crear un gobierno o cambiarlo».
«Eres una persona educada, ¿por qué no utilizas el poder de tu voto? Tienes la facultad de crear un gobierno o cambiarlo».
Yo respondía: «Ya lo sé, pero es inútil cambiar un carcamal por otro carcamal. No vale la pena; cambian los nombres, pero todo sigue igual».
De hecho, más vale mantener en su puesto al antiguo carcamal, ya que tarde o temprano habrá acumulado tanta riqueza, poder, nombre y fama, que se volverá menos codicioso, pues siempre hay, naturalmente, un punto de saturación.No tenéis más que hacer cuentas: en doscientos años, ¿cuántas veces habéis echado al mismo partido?
Osho- El ABC de la Iluminación
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