miércoles, 23 de abril de 2008

Créeme: la vida es la única verdad que existe.

No hay más dios que la vida, así que déjate poseer por la vida en todas sus formas, colores y dimensiones: todo el arco iris, todas las notas musicales.
Si pudieses conseguir una cosa tan sencilla... y es sencilla porque sólo es cuestión de dejarse llevar. No empujes al río; deja que sea él quien te conduzca al océano, pues él ya va de camino. Relájate, no estés tenso y no trates de ser espiritual. No crees ninguna división entre materia y espíritu. La existencia es una; la materia y el espíritu son simplemente las dos caras de la misma moneda. Relájate, descansa y déjate llevar por el río. Sé un jugador, no un hombre de negocios, y sabrás más de Dios por­que el jugador puede arriesgarse. El jugador no es calculador; pue­de jugarse todo lo que tiene. Pero la emoción del jugador cuando se lo ha jugado todo y espera... ¿qué va a pasar ahora? En ese pre­ciso instante puede abrirse una ventana: puede producirse una transformación de la gestalt interior.
Sé un borracho: embriágate con la vida, con el vino de la exis­tencia. No te mantengas sobrio, pues el sobrio está muerto. Bebe el vino de la vida, pues contiene tanta poesía, tanto amor y tanta savia, que en cualquier momento puedes atraer a la primavera.
No tienes más que llamar a la primavera y dejar que el sol, el vien­to y la lluvia penetren en ti.



Osho- El ABC de la Iluminación

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