domingo, 13 de julio de 2008

El amor es el mayor koan zen.


Es doloroso, pero no lo evites. Si lo evitas habrás evitado la mayor oportunidad para crecer. Sumérgete en él, sufre el amor, porque a través del sufrimiento llega el éxtasis. Sí, hay agonía, pero de la agonía nace el éxtasis. Sí, deberás morir como ego, pero si puedes morir como ego, nacerás como Dios, como un buda.
Y el amor te proporcionará el primer contacto con el tao, el sufismo, el zen. El amor te dará la primera prueba de que la vida tiene sentido. Las personas que dicen que la vida no tiene sentido son personas que no han conocido el amor. Lo único que están diciendo es que su vida no ha encontrado el amor.


Dejemos que haya pena, dejemos que haya sufrimiento. Atraviesa la noche oscura y podrás contemplar un maravilloso amanecer. Sólo de las entrañas de una noche oscura puede surgir el sol. Sólo después de una noche oscura llega el alba.
Mi enfoque es el del amor. Predico el amor y sólo el amor, y nada más. Puedes olvidarte de Dios; no es más que una palabra vacía. Puedes olvidarte de las oraciones porque no son más que rituales que te han impuesto otras personas. El amor es la oración natural, no impuesta por nadie. Has nacido con él. El amor es el verdadero Dios; no el dios de los teólogos, sino el dios de Buda, de Jesús, de Mahoma, el dios de los sufíes. El amor es un medio, un método para eliminarte como individuo separado y ayudarte a convertirte en infinito. Desaparece como gota de rocío y conviértete en el océano, pero tendrás que atravesar la puerta del amor.
Ciertamente, cuando uno empieza a desaparecer como gota de rocío, después de haber vivido mucho tiempo como gota de rocío, duele, porque se piensa: «Yo soy esto, y ahora esto está desapareciendo. Me estoy muriendo». No te estás muriendo, sólo está muriendo una ilusión. Te has identificado con la ilusión, cierto, pero la ilusión sigue siendo una ilusión. Sólo cuando la ilusión desaparece eres capaz de ver quién eres. Y esa revelación te conduce a la más alta cumbre de la alegría, de la dicha, de la celebración.

Osho-"Amor, Libertad y Soledad"

1 comentario:

Váitovek dijo...

El amor está dado y parece comprensible de suyo, una palabra sin sombras.

Pero, dada su unidad con el ser, presenta su misma imposibilidad y doblez.

Decir "todo es amor" sólo es verdadero si se dice en el cabo del infierno, mientras uno contempla, por ej., cómo es violada salvajemente, torturada y matada una niña, su propia hija.

Y no hay música de violines ni arpitas tañedoras aquí.

"Deus-vida, realidad, todo, etc.-, caritas est" es la frase más terrorífica y monstruosa, la cruz más atroz que se puede concebir.

Como dijo T.S. Elliott:

"Who then devised the torment? Love.
Love is the unfamiliar Name
Behind the hands that wove
The intolerable shirt of flame" [1]

Y esta si que es la verdadera barrera de fuego, la contradicción absoluta y encarnada, esto es, en carne viva, y lo demás son cursilerías, zarandajas y chorraditas "espirituales" para sentirse a gustito y relajado en la propia casita, tan espiritual y tan "easy going" ella.