viernes, 28 de diciembre de 2007

MI DIOS ES EL MUNDO (clickea en la foto)




Cuando hablas de raíces en esta tierra y alas en ese cielo,
tengo la sensación de estar infinitamente estirado, de que
la tierra está cerca y el cielo lejos. ¿Qué significan «ésta»
y «ése»?


Sí, la tierra está cerca, no debido a que esté cerca, sino debido
a ti.«Ésta» significa este mundo, «ésta» significa este cuerpo.
«Ésta» significa estos deseos, estas pasiones, lo físico,
lo visible. «Ésta» significa todo lo que ha sido condenado
por las ¿religiones. Siempre están contra «ésta» y a favor
de «ése». «Ése» significa Brahma, «ése» significa moksha,
«ése» significa lo divino. «Ésta» significa este mundo
material, este mundo diabólico, el que está condenado.
Todas las religiones han condenado a este mundo.
Yo no lo condeno. Quiero darte raíces en este mundo.
Todas las religiones han dicho que si no te desarraigas de
«esto» no obtendrás las alas para «eso». Están contra
«esto», el mundo, el cuerpo, lo material, lo visible.
Están contra todo lo que percibes como cercano. Están
a favor de algo que está muy lejos, de algo abstracto:
Dios, Brahma, moksha. Nadie sabe, nadie tiene contacto,
ni comunión, ni toca eso. Parece un sueño, parece poesía,
parece imaginario. Todas las religiones han condenado «esto».
Dicen: «Desarráigate». Por eso es que dicen que los
sannyas renuncian al mundo; llaman sannyas a quienes
renuncian a «esto». Yo no. Crean dualismo... No sólo
dualismo, sino antagonismo entre «esto» y «eso», entre
el tiempo y la eternidad, entre lo físico y lo espiritual.
Para mí, echar raíces en «esto» dará alas para volar a
«eso». No creo antagonismo; no lo hay. El antagonismo
surge de una mente en conflicto, que está en la dualidad.
Del conflicto surgen teorías que son duales, conflictivas.
Yo soy no-dual, yo no tengo conflicto, de modo que no
percibo al «esto» como lo contrario de «eso», sino que
veo a «eso» como el florecimiento de «esto». No percibo
a las alas como lo opuesto a las raíces, sino como el
florecimiento de las raíces. Estos árboles tienen alas en el cielo.
Quisiera que seas como un árbol fuerte, que tenga raíces en
«esto» y alas en «eso».

UN PAJARO AL VIENTO

OSHO

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