Ahí solía haber tal silencio, nadie que me molestara, que no podía yo pasarlo sin sentarme debajo de él por algún tiempo. Y esos momentos de paz, creo que a veces se alargaban por todo el día. Luego de algunos cuantas decepciones ellos pensaron, “Es mejor no molestarlo.” Y yo estaba inmensamente feliz de que ellos aceptaran el hecho de que yo soy casi no-existente. Me dió tremenda libertad. Nadie esperaba nada de mí. Cuando nadie espera nada de ti, caes en un silencio... El mundo te ha aceptado; ahora no hay expectaciones de ti. Cuando algunas veces llegaba yo tarde a casa, ellos solían buscarme en dos lugares. Uno era el árbol bodhi – y como ellos comenzaron a buscarme debajo del árbol bodhi, yo empecé a trepar al árbol y a sentarme en la parte más alta. Ellos vendrían y echarían un vistazo y dirían, “Parece que no está por aquí. Y yo mismo asentía con la cabeza, pensaba, “Sí, es cierto; no estoy aquí.” Pero pronto fui descubierto, porque alguien me vio trepando y les dijo, “Los ha estado engañando. Él siempre está aquí, la mayor parte del tiempo sentado en el árbol – Así que me tuve que ir un poco más lejos.
Osho: The Great Zen Master Ta Hui, Chapter 28
Osho: The Great Zen Master Ta Hui, Chapter 28
No hay comentarios:
Publicar un comentario