miércoles, 9 de enero de 2008

Hablar con un hombre repleto de palabras es imposible.



No puede escuchar, porque para escuchar uno debe estar en silencio, para escuchar uno debe ser receptivo.

Las palabras no lo permiten; las palabras son agresivas nunca son receptivas.
Puedes hablar pero puedes no escuchar, y si no puede escuchar tu hablar es un hablar de loco. Estás hablando sin saber por qué, estás hablando sin saber de qué. Continúas hablando porque te liberas de alguna forma con ello. Te sientes bien después de una buena charla. Te sientes bién porque te has descargado: tu hablar es parte de tus tensiones. No viene de ti, es tan sólo una molestia; no una canción, no tiene belleza propia. por eso siempre que hablas aburres al otro. Pero, ¿ por qué está él escuchando ?. El no está escuchando, está esperando para aburrirte también, esperando el momento propicio para tomar las riendas. No dicen nada en concreto. No hay ningún mensaje para entregar. Tan sólo palabras vacías, no contienen nada; no tienen nada.

Osho

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