La seriedad no es una herramienta, es una enfermedad.
Te conduce a la muerte, no a la vida eterna. La vida es alegre, es espontánea; toda esta existencia es un circo enorme. Todo es un juego ― la enorme variedad de flores de colores, tantos animales bellos, pájaros, nubes, y sin razón alguna, sin ningún propósito. La vida no tiene finalidad alguna. La vida es un juego en sí misma. Es una sobreabundancia de energía, un desborde de energía ― la existencia está en continua expansión.
No hay Dios que la haya creado, porque cuando algo es creado hay detrás un propósito, y si alguien crea algo, lo creado no puede ser más que una máquina. La existencia no tiene ningún propósito en sí misma, es eterna, un juego eterno de energías en millones de formas diferentes. Espontaneidad es una palabra sagrada, mucho más sagrada que oración. Es la única palabra que puede darte alegría, que puede hacerte de nuevo un niño.
Puedes de nuevo correr trás las mariposas, buscar conchas y piedras de colores en la arena.
Osho
Te conduce a la muerte, no a la vida eterna. La vida es alegre, es espontánea; toda esta existencia es un circo enorme. Todo es un juego ― la enorme variedad de flores de colores, tantos animales bellos, pájaros, nubes, y sin razón alguna, sin ningún propósito. La vida no tiene finalidad alguna. La vida es un juego en sí misma. Es una sobreabundancia de energía, un desborde de energía ― la existencia está en continua expansión.
No hay Dios que la haya creado, porque cuando algo es creado hay detrás un propósito, y si alguien crea algo, lo creado no puede ser más que una máquina. La existencia no tiene ningún propósito en sí misma, es eterna, un juego eterno de energías en millones de formas diferentes. Espontaneidad es una palabra sagrada, mucho más sagrada que oración. Es la única palabra que puede darte alegría, que puede hacerte de nuevo un niño.
Puedes de nuevo correr trás las mariposas, buscar conchas y piedras de colores en la arena.
Osho
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