viernes, 6 de junio de 2008

No existe la respuesta final en ninguna parte.

Te he estado explicando continuamente que quiero que la existencia sea aceptada como un misterio, porque sólo como misterio es bella, vivible, amable, feliz, exultante.

Está bien que no se pueda privar de su misterio a la existencia.

No hay manera de hacerlo, y soy la última persona en privar de su misterio a cualquier cosa. Mi objetivo es precisamente lo contrario. Es lo que he estado haciendo toda mi vida: devolviéndole su misterio a todo. No es una tarea difícil porque la gente se lo ha quitado a la fuerza. Yo simplemente retiro la cubierta, el remiendo, y te muestro la vida cruda, tal como es.

No existe la respuesta final en ninguna parte. Y nunca habrá una respuesta que resuelva todos los problemas; por tanto, Dios es una imposibilidad, pues Dios significa la respuesta definitiva.

Y está bien que no haya Dios, de lo contrario estaríamos condenados. Pues entonces no habría ninguna posibilidad de gozo, de libertad, de exploración, de éxtasis. Dios lo hubiera matado todo. Entonces te digo: aun si Dios existiera, yo te habría enseñado a matarlo. Pero afortunadamente no existe, entonces nos salvamos de tener que ser violentos de alguna manera; de no ser así, yo hubiera permitido esa única manifestación de violencia. Aunque soy partidario del vegetarianismo, si existiera Dios, te habría dicho:


«¡Termina con él! Pues con él, la vida es imposible».


No has pensado en lo que esto implica: sólo sin Dios eres libre. Entonces tu ser interior tiene libertad. Entonces tu esencia tiene todo el potencial para crecer. Entonces no hay nadie que domine, nadie que mande, nadie que manipule. No eres responsable ante nadie más que ante ti mismo. Nadie puede interrogarte, por qué hiciste esto; nadie puede castigarte o premiarte. No hay manera de manipularte para que asumas un determinado modo de vivir, pues no existe un Dios. Y puesto que no existe Dios, ¿cómo pueden existir un mesías y el hijo de Dios? Por eso llamo chiflado a Jesús. Precisamente por amor y compasión lo llamo chiflado, pero no estoy en contra de él. Si hubiera estado allí, les hubiera dicho a los judíos y a Poncio Pilato: «¿Qué están haciendo? Están creando una religión, ¡de locos! Al crucificar a este hombre están cometiendo un crimen contra la humanidad entera por los siglos de los siglos. Déjenlo tranquilo, déjenlo hablar. ¿Qué mal hay en eso? No es más que entretenimiento. La gente disfruta, se reúne y le escucha —no hay nada malo en ello—. Y no está diciendo nada contrario a las escrituras. Déjenlo ser libre para que no se cree una religión». Jesús mismo era incapaz de crear el cristianismo, eso lo puedes ver perfectamente. Todo lo que pudo manejar fueron a esos doce bobos sin educación; ellos se convirtieron en sus apóstoles. Pero en este mundo es difícil saber quién es el bobo más grande, es muy difícil. Esos bobos eran grandes, pero hoy día hay bobos aún más grandes. Hay bobos y bobos.

Osho-"El dios que nunca fue"

No hay comentarios: