jueves, 7 de agosto de 2008

La familia es la causa de millones de enfermedades.

Es el ladrillo básico con el cual las organizaciones religiosas están formadas. Y la familia ha destruido la capacidad de dicha del hombre y de la mujer, de la Humanidad entera. Hoy en día, en Occidente, de cada tres matrimonios uno acaba en divorcio, con todas esas horribles batallas legales sobre los niños y las posesiones.
Una gran parte de crímenes y asesinatos en el mundo ocurre dentro de la familia, entre los miembros de esta.
La estructura básica de la familia es la posesividad: el marido posee a la mujer y juntos poseen a los niños. Y en el momento que posees a un ser humano, le has quitado su dignidad, su libertad, su humanidad. Le has quitado todo lo que hay de hermoso en él y le has dado solamente cadenas; quizás hechas de oro –jaulas preciosas en lugar de alas- pero esas jaulas de oro no pueden darle el cielo y la libertad del cielo.
La familia intenta desconectarte de toda la sociedad, del mismo modo en que la nación te separa de las otras naciones; es la misma estrategia de división.
En el momento en que la familia desaparezca, muchas de las enfermedades psicológicas desaparecerán; gran parte de la demencia política se irá.
O sea que, lo primero es que una comuna modelo no tenga familias.
La implicación es clara: no habrá matrimonios.
El amor, por primera vez, tendría el respeto al que ha tenido derecho desde hace siglos.
El amor debe ser la única ley entre los seres humanos. Si deciden vivir juntos, sólo la felicidad debe ser la fuerza que los una. Y recuerda que, como todo lo Real, el amor también cambia. Sólo cosas falsas, cosas de plástico, permanecen para siempre.
El matrimonio es permanente, pero consigue su permanencia a costa del amor.
En la tumba del amor, el matrimonio construye su casa.


Naturalmente sólo trae agonía, angustia, sufrimiento, esclavitud y una destrucción total de la espiritualidad del hombre.

Osho- "El Futuro de Oro"

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