"Tú interfieres en la vida de tus hijos, tú interfieres en la vida de tu esposa, de tu esposo, de tu hermano, de tu amigo, de tu amado.
Tú interfieres en sus vidas porque piensas que al hacerlo los estás ayudando.
¡Los estás estropeando!
Tu interferencia se asemeja lo que los seguidores del Zen ellos tienen la expresión correcta llaman “calzar una serpiente”.
Tú estás ayudando, a lo mejor haces un gran esfuerzo, haces grandes cosas calzas una serpiente pensando:
"¿Cómo puede caminar una serpiente sin zapatos?
Puede que haya dificultades, que los caminos sean difíciles, que haya también espinas. La vida está llena de espinas, así que hay que ayudar a la serpiente, hay que calzar la serpiente”.
¡Matarás la serpiente!.
Todo esfuerzo por mejorar a los demás es así, precisamente, pero hay un corolario natural: si estás tratando de mejorarte a ti mismo, tratarás de mejorar a otros.
Todo esfuerzo por mejorar a los demás es así, precisamente, pero hay un corolario natural: si estás tratando de mejorarte a ti mismo, tratarás de mejorar a otros.
Tu propio malestar va a afectar a otros.
Una vez dejas de mejorarte a ti mismo, una ves te aceptas tal como eres, incondicionalmente, sin amargura, sin queja, una vez te empiezas a amar tal como eres, toda interferencia desaparece".
OSHO
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