Todos los días te sentirás dichoso: te saldrán nuevas hojas, nuevos brotes, nuevas flores, nuevas ramas, te elevarás cada vez más y alcanzarás mayor altura.
Profundizarás más, te elevarás más; alcanzarás las cumbres. El crecimiento no será doloroso.
En cambio, el crecimiento es doloroso; por ti y por tu condicionamiento.
Te han enseñado a no crecer; te han enseñado a permanecer estático, te han enseñado a apegarte a lo familiar y a lo conocido.
Por eso cada vez que lo conocido se te escapa de las manos empiezas a llorar.
Se ha roto un juguete, te han quitado el chupete.
Recuerda: solo hay una cosa que te ayudará, y es la conciencia; nada más. Si no aceptas la vida y el amor con todos sus altibajos, el crecimiento seguirá siendo doloroso.
Hay que aceptar el verano y también el invierno.
Eso es lo que yo denomino meditación.
La meditación es cuando te vacían de todo lo viejo, lo dicho y hecho ya mil veces.
Cuando ocurre eso, ves.
O más bien, se produce la visión, el nacimiento de lo nuevo.
OSHO
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