domingo, 19 de julio de 2009

La persona creativa sigue siendo siempre un niño.


"La persona creativa tiene que superar el miedo a equivocarse, a que se rían de él, a la opinión pública.

El que quiera ser creativo tiene que ser lo suficientemente valiente para ser un loco porque, al principio, todo atrevimiento es una locura, y al principio la gente se va a reír de cualquier cosa que hagas, después, poco a poco llegará el reconocimiento.


Cuando la gente empieza a aplaudir, la persona creativa ya no está interesada, porque la gente aplaude cuando ve algo que reconoce, así que significa que ya es viejo, que ya está repetido.


Ahora tiene que empezar de nuevo, y siempre tiene que empezar por el ABC.
Por eso, la persona creativa sigue siendo siempre un niño, fresca.



La persona creativa es siempre un amateur, quiero decir, eternamente. En el momento en que siente que se ha vuelto un experto, se vuelve alerta y tiene que cambiar.

El experto es alguien que ya está muerto, cuyo ser tiene un modo fijo. Es un personaje, un patrón, y es predecible. Si eres creativo, siempre estás fluyendo, no tienes modo, ni patrón fijo, no tienes personaje.


El hombre más rico no tiene una personalidad fija.


Es fluído, no hace más que moverse en dimensiones diferentes.

Busca e indaga por todas las direcciones, es siempre un niño con mirada de asombro, siempre está asombrado, anda siempre buscando y corriendo tras las mariposas y recogiendo piedrecitas.

Nunca tiene la sensación de que ha llegado, nunca.

Toda su vida consiste en llegar y partir, pero nunca llega a un punto en el que diga que ahora ha llegado, los que dicen que han llegado están muertos, son cadáveres, van cargando con sus tumbas".

Osho

lunes, 6 de julio de 2009

El pasado se convierte en una barrera.


Si sigues arrastrando imágenes del pasado, nunca podrás ver lo nuevo.

Tus ojos estarán tapados por tus experiencias, tus expectativas, y esos ojos no podrán ver aquello que te confronta.

Así es como vamos perdiéndonos la vida: el pasado se convierte en una barrera que te encierra, te atrapa dentro de algo que ya no existe.

Te quedas encapsulado en lo muerto.

Y cuanta más experiencia acumules, cuanto más vayas creciendo, más y más grueso será el caparazón de la experiencia muerta que te rodea.

Estarás cada vez más cerrado.

Paulatinamente todas las puertas y ventanas se cierran. Entonces existes, pero existes alienado, desarraigado.

En tal caso no estás en comunión con la vida.

No estás en comunión con los árboles, las estrellas y las montañas.

No puedes estar en comunión porque la gran Muralla China de tu pasado te rodea.

Cuando digo que te vuelvas receptivo, me refiero a que vuelvas a ser un niño otra vez.

OSHO